Paris, siglo XVIII. La ciudad está sumida en la más profunda oscuridad convirtiendo sus calles en plaza para maleantes. Luis XVI accede al trono y encuentra la solución: colocar más de 3.000 velas en ventanales y zonas estratégicas que consigue iluminar una ciudad, que desde aquel momento, nunca se volverá a apagar. Hoy, más de 300 años después, nadie creía que París pudiera recibir más luz en sus calles.
Hasta que llegó Picasso al Grand Palais con su cúbico destello. 200 obras maestras del genial malagueño y de otros grandes nombres de la Historia del Arte, como Velázquez, Goya, Manet o Van Gogh se exponen en el museo parisino hasta el próximo 8 de febrero en una exposición bajo el nombre de «Picasso et les maîtres». Altamente recomendable, irrepetible. Lucha de egos, de formas, de colores, de órdenes, de maneras de entender el mundo y la pintura. Una lucha guiada por las paredes del museo, por la disposición de las obras que le dan al visitante el poder de la comparación entre maestros. El dilema de escoger al mejor entre dos grandes. En todo caso, París se ha merecido siempre un Picasso.
es 2010 
[…] Paris, siglo XVIII. La ciudad está sumida en la más profunda oscuridad convirtiendo sus calles en plaza para maleantes. Luis XVI accede al trono y encuentra la solución: colocar más de 3.000 velas en ventanales y zonas estratégicas que consigue iluminar una ciudad, que desde aquel momento, nunca se volverá a apagar. Hoy, más de 300 años después, nadie creía que París pudiera recibir más luz en sus calles. Hasta que entró llegó Picasso en el Grand Palais con su cúbico destello. Leer más… […]
[…] No es la primera vez que tratamos con guardias civiles fuera de su entorno habitual. He desempolvado del archivo un Informe Semanal de TVE, ‘Sarajevo, Año Cero’, y me han venido a la cabeza los cubatas que me tomaba en Port-au-Prince con los guardias españoles integrados en la policía de la ONU. En España es distinto, no sé por qué, y en alguna ocasión hemos tenido que sufrir conatos de abuso de autoridad. Muchas veces, la guerrera te marca el carácter. Pero los capitanes que he conocido en Bruselas, de donde saldrá la futura cúpula dirigente de la Guardia Civil, son españoles sencillos, sensatos, inteligentes, preparados y tolerantes. más… […]
[…] No es la primera vez que tratamos con guardias civiles fuera de su entorno habitual.He desempolvado del archivo un Informe Semanal de TVE, ‘Sarajevo, Año Cero’, y me han venido a la cabeza los cubatas que me tomaba en Port-au-Prince con los guardias españoles integrados en la policía de la ONU. En España es distinto, no sé por qué, y en alguna ocasión hemos tenido que sufrir conatos de abuso de autoridad. Muchas veces, la guerrera te marca el carácter. Pero los capitanes que he conocido en Bruselas, de donde saldrá la futura cúpula dirigente de la Guardia Civil, son españoles sencillos, sensatos, inteligentes, preparados y tolerantes. más […]